Angélica vuelve de Italia

Víktor está destrozado y ahoga su sufrimiento en alcohol y echa a Julio que busca consuelo en un amigo. A la mañana siguiente Manolita va ayudarle a recoger la casa y cuando le dice que le va a cambiar las sábanas, el anticuario se lo prohibe, primero enfadado, y luego recuperando la calma. Otra vez no ha podido controlar sus necesidades. Más tarde cuando Pelayo le lleva la comida a la tienda, aprovecha para decirle que le pida disculpas a Manolita de su parte y le confiesa que aunque diga siempre que no necesita ayuda, en realidad es lo contrario. Justo en ese momento, Angélica hace su entrada en la tienda.

Una vez que su mujer haya descansado, en el desayuno Víktor le confiesa que la enfermera que contrató Félix para que le atendiera era en realidad una prostituta y que Julio y los de El Asturiano han estado cuidando de él durante su ausencia. Además le cuenta que Julio les ha conseguido un comprador interesado en todas las antigüedades de la tienda. Justo en ese momento la pareja oye un gatito maullar. De hecho Angie encuentra un pequeño gato en el tejado y le ruega a Víktor para que se lo queden. El hombre no se puede negar ante los deseos de su mujer.

Más tarde en la tienda Angie se demuestra indignada por la actitud de Félix así que le llama para echarle una bronca, pero éste le avisa que quieren contratarla para otra película y sería para cuando Víktor y ella ya estarán en Argentina. Víktor escucha la conversación pero disimula.

Cuando se acerca la noche, Angélica le deja muy claro a su marido que esa noche quiere dormir con él y que le parece que su marido haga de todo por no meterse junto a ella en la cama. Víktor insiste con quedarse en la tienda para prepararlo todo para el comprador.

Al día siguiente Víktor tiene la oportunidad de hablar con Manolita y le da personalmente las gracias por todo lo que ha hecho y le pide que no le cuente nada a Angélica de lo de las sábanas. Más tarde Angie llega a la tienda acompañada por el gatito. Víktor primero está molesto, pero luego se deja covencer para que el animal pueda quedarse ahí con él. Además Angélica por fin le confiesa a su marido que le han ofrecido un papel en otra pélícula y por sorpresa Víktor la anima a aceptar.

Finalmente cuando Angie deja a Bruno, éste es el nombre elegido para su pequeño gato, con Víktor para ir a un poco de leche, el hombre lo utiliza para experimentar si Angie consigue predecir las muertes provocadas por voluntad de otros y así acaba con la vida del animal. Cuando la mujer vuelve, el anticuario miente diciendo que el gato se ha escapado. Angélica está muy afectada por perder a su gato por culpa de su marido.

Finalmente Angélica se reune con Félix para hablar del nuevo proyecto. El actor la anima a aceptar aunque Angélica duda mucho porque no quiere volver a dejar a Víktor sólo. Rivera le recuerda que no puede perder una oportunidad como esta para desarrollar su carrera y promete buscar la mejor enfermera de todo Madrid para Víktor y pagará a todos los vecinos que le ayudaron durante la ausencia de su mujer. Angie piensa que Félix lo hace simplemente para pasar más tiempo con ella en los rodajes pero el hombre le recuerda que él le da todo lo que Víktor ya no puede ofrecerle y que ella misma pronunció esas palabras. Por lo visto los dos empezaron en Italia un apasionado romance, aunque Angie sigue declarándose enamorada de su marido.

Más tarde Vallejo pasa por la tienda para ver a Angélica y Marcelino le alcanza para decirle que desde la policía han llamado al bar porque ha llegado un telegrama sobre el caso de Canfranc.

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