Después de varias décadas siendo encarnado por Lola Herrera, el personaje de Carmen Sotillos lo interpreta ahora esta mujer que dice estar encantada de pasar de un Shakespeare a encabezar varios musicales y protagonizar una serie como ‘El internado’.
«El montaje es el mismo, lo que se han hecho es algunas adaptaciones para sintonizar mejor con el tiempo actual porque a partir de mi generación, como poco, hay cosas en a obra que necesitaban una nota aparte para el espectador. La novedad, precisamente en San Sebastián, es que prescindimos del actor que encarna en la última escena a mi hijo. Así que la obra es un monólogo al cien por cien».
Se ha hablado mucho de esta obra como una crónica de la España de los años 60.
El personaje de Carmen Sotillos es el de una mujer que es una víctima de ese momento social y político, aunque ella defiende totalmente el franquismo. Lo defiende verbalmente, pero de una forma inconsciente expresa una gran insatisfacción por esa forma de vivir que impone el nacional catolicismo. Es un texto maravilloso y he intentado ser lo más leal con él y aportar de mí misma sólo para expresar lo que está escrito.
¿Por dónde siente más cercana y más lejana a esta mujer?
-La sentía más lejana al principio, pero cada vez la noto más cerca. Es una mujer muy alejada de mí, afortunadamente. Yo nací en un momento con muchas libertades que otras mujeres habían conquistado, aunque aún quedan muchas cosas por alcanzar. Pero en una gran parte la mentalidad que tiene Carmen ya estaba superada. Al comienzo es verdad que no sabía por dónde la iba a coger, pero tiene este texto tanta vida y refleja tanta humanidad que me ha sido fácil aproximarme a un personaje contra el que, lo reconozco, tenía muchos prejuicios.
¿Le costó identificarse con ella?
Lo hice enseguida porque más allá de las cuestiones culturales o ideológicas están las emociones y los sentimientos, que son comunes. He llegado a comprenderla muy bien, hay una mezcla de compasión, cariño y ternura aunque no estoy de acuerdo con la mayor parte de las cosas que dice. Pero entiendo sus razones y entiendo que Delibes no supo salvarla, aunque eso me da un poquito de rabia.
¿Cómo se pasa de musicales, como ‘Cabaret’ y ‘Chicago’, y de la televisión al recogimiento de un monólogo dramático.
Es lo bueno de esta profesión. Lo peor es encasillarse. Es verdad que en un monólogo si te caes no hay quien te recoja. Yo tenía mucha curiosidad, bastante respeto y un poco de temor. Sin perder una pizca de ese respeto, la verdad es que me encanta hacer un monólogo. Es una sensación de trance porque como no te puedes desconcentrar ni un momento es como meterte en una autopista en sexta y no ves nada más que allá adonde vas.
fuente: diariovasco.com
me encanta natalia y no solo x ser buena actriz (que lo es)
sino porque cada vez q veo una entrevista suya o la veo hablar se nota que es una mujer lista y eso supera muchos aspectos de la vida
un besazo 😉