Angélica finalmente recupera su cuadro y durante el camino para la tienda decide que ya no lo va a restaurar porque no quiere que se lo quede Rocío y lo manda a quemar. Víktor se entera de la noticia y se cabrea otra vez. Su mujer no entiende su comportamiento y por qué al día anterior había dicho que ese cuadro no era de los mejores que había hecho, entonces le pide explicaciones. Él le contesta que en realidad había sacado esa excusa para justificar su borrachera. Angi está harta de esa historia y sale para tomar un poco el aire. Se choca con Héctor Perea y en seguida aprovecha para pedirle una cita y charlar un rato, pero el detective lleva prisa y se despide de ella prometiendole que seguramente habrá otra ocasión.
Al día después, Angélica se encuentra con los Muñoz y Chelo le comunica que se va a casar. Al darle la enhorabuena, la mujer tiene una premonición sobre el futuro de la novia: sabe que morirá. Cuando vuelve a casa, le confía a su marido que ha tenido otra vez una premonición y que está aterrorizada. Víktor intenta calmarla, y le propone intentar hablar con Chelo y cambiar su destino. Finalmente Angélica acepta y además se sincera con su marido y le dice que tiene miedo a que un día verá su muerte.
Después acude corriendo a la redacción de la revista ‘Sucesos’ con la excusa de entregar los horóscopos para intentar localizar a Chelo a través de Asunción, que le dice que la puede encontrar en el Café del Teatro, pero ahí no está y ni siquiera en casa. Angélica pasa también por el taller de Trino con toda la intención de contarle lo de su visión a los padres de la chica, pero al final no consigue explicárselo por miedo.
Chelo sigue desaparecida y empieza la búsqueda por todo el barrio. Angélica empieza a preocuparse mucho y para no pensar demasiado en el asunto, acude al Café del Teatro con dos jóvenes para no pensar demasiado. Ahí se encuentra con el detective Perea que la invita a una copa. La mujer, ya borracha, intenta contarle lo de sus visiones pero el detective no llega a comprender y decide llevarla a casa. Ahí ella intenta ligar, pero los dos encontrarán a Víktor desvanecido en su su silla de ruedas.