"Cinco horas con Mario" en Manzanares. Reportaje y entrevista a Natalia

Dentro de los diversos actos del Festival Internacional de Teatro Contemporáneo Lazarillo que tuvo lugar entre los días 23 y 30 de junio en la localidad ciudadrealeña de Manzanares, se llevó a escena en la tarde del domingo 26 en el Gran Teatro , la obra clásica de Miguel Delibes “Cinco Horas con Mario” como obra estrella de este festival, dirigida por Josefina Molina e interpretada por Natalia Millán, actriz muy conocida por todos principalmente por sus trabajos en series televisivas de gran éxito, como “Un Paso Adelante” o más recientemente en “El Internado”, artista completa, es cantante , bailarina y actriz, ha trabajado en numerosas obras de teatro, entre ellas “El Mercader de Venecia “ por la que recibió en 2008 el premio de Teatro Rojas a la mejor interpretación femenina, la hemos podido ver en películas como en “Sangre de Mayo”, ”Atraco a las tres…y media” o “Nubes de Verano”, quizás sus trabajos más reconocidos al margen de la series de televisión sean los que ha realizado en los grandes musicales de nuestro país, quien no recuerda “Cabaret” o “Chicago” donde Natalia interpretaba a sus protagonistas , una actriz versátil como pocas.

Esta obra ya fue llevada anteriormente a escena por Lola Herrera que durante muchos años asumió el papel de Carmen Sotillo y estará vinculada para siempre a él.

Ambientada en la España de los sesenta, nos muestra a una mujer con los ideales y convencionalismos de la época.

En Manzanares Natalia Millán demostró su gran profesionalidad al dar vida durante hora y media a el personaje de Carmen Sotillo, sola en el escenario ante el féretro de su esposo, va desgranando su vida, su realidad social, y haciendo a su marido fallecido todos los reproches que quizás en vida no supo o no se atrevió a hacerle, sus insatisfacciones y frustraciones de su matrimonio y sus reflexiones de cómo su vida podía a ver sido de otra manera de no haber seguido este destino, de no haber elegido a Mario como su compañero de viaje en la vida.

Todo esto contado desde una excelente interpretación por parte de Natalia ya que todo el peso de la obra recae sobre ella, pero llenaba el escenario por completo, el público de Manzanares despidió a Natalia Millán con un caluroso aplauso de reconocimiento a un trabajo bien hecho, un público que salió muy satisfecho del teatro por haber presenciado una obra de esta categoría, podemos decir que fue un gran acierto por parte de los organizadores del festival Lazarillo, de acercar a Manzanares una obra de primer nivel, que seguirá recorriendo España en su gira.

Tras finalizar la obra “Cinco Horas con Mario” en el Gran Teatro de Manzanares, Natalia Millán nos concedió esta entrevista, en exclusiva para La Portada, que muy amablemente nos atendió en camerinos.

¿Que supone en tu carrera la interpretación de este personaje?
Hombre Delibes, Delibes entero y en concreto esta obra pues que te voy a decir yo, es un privilegio poderlo interpretar, esta obra la que con más éxito y mayor repercusión se ha puesto en los escenarios de todas las obras de Delibes, pues claro suponía un reto muy grande además Lola está unida inseparablemente a este personaje desde hace tantos años, ha sido tan alabada, ha escrito páginas de la historia teatro español, entonces era un desafío muy grande y al cual me acerqué
con todo el respeto y toda la humildad del mundo y sigo acercándome así cada vez que hago la función y lo único que te puedo decir es que es un privilegio y una suerte tener este texto entre las manos y la verdad es que es más comprometido
pero a la vez un texto bueno te lo pone mucho más fácil, te hace más fácil el camino.

Seguramente alguna vez te habrán comparado con la interpretación de Lola Herrera, ¿Esto te puede molestar o incomodar?
No, no, al revés es un honor para mí, si me compararan con no sé quién… con menganita de los palotes, pero que lo hagan con Lola es un autentico honor.

¿Puedes definirnos tu personaje? Para quien no lo haya visto cuéntanos cómo es.
Pues es una mujer un poco el prototipo de la mujer de aquellos años del franquismo, que hereda toda una mentalidad de un pensamiento de una sociedad, que cercenan todas las libertades de los individuos, como todos muy bien sabemos, pero sin embargo está situada en una época en la que empieza a cambiar esa mentalidad, hay una mayor apertura, hay una mayor influencia del extranjero, que ha estado absolutamente limitada hasta entonces, las nuevas generaciones empiezan a dar signos de que hay otra formas de pensar y de vivir y entonces ella está un poco entre dos aguas, a la vez tiene su marido Mario, que es su opuesto, son dos opuestos el tiene una mentalidad mucho más abierta , más progresista y sin embargo yo creo que en todo lo sensual, lo erótico , lo físico él está mucho más reprimido que ella, entonces es como que podían complementarse muy bien porque son muy opuestos y es una relación que podía haber sido muy rica pero por lo que sea es que cada uno se ha atrincherado en su postura y no ha habido intercambio y no ha habido crecimiento entre ambos, en vez de aportar cada uno al otro lo que podían haberle dado para que hubieran crecido juntos , al revés se han enquistado en sus posturas , yo creo que hay amor lo que pasa es que ha sido una relación llena de frustraciones.

Tu cantas, bailas, interpretas, ¿Qué es lo que te falta por hacer?
Huy, tantas cosas que no tengo vida, necesitaría muchas vidas para hacer todas las coas que no sé hacer, pero estas son básicamente… No sé hacer mucho más que eso.

¿Cuanto tiempo lleváis con esta obra?
Estrenamos en septiembre del año pasado en Valladolid, nos acercamos al año ya, hicimos algo de gira y estrenamos en enero en Madrid donde estuvimos hasta mayo y esta es la primera plaza desde que terminamos en Madrid.

¿Qué tal está funcionado la obra?
Bien, muy bien. Las impresiones que yo capto son muy buenas.

¿Algún proyecto que nos puedas contar?
Bueno, tenemos la gira por delante , que comenzamos hoy en Manzanares, una gira estupenda sobre todo a partir de septiembre y también un proyecto de televisión pero preferiría no hablar, porque es que da mala suerte.

fuente: La portada

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