«Donde Hay Agravios No Hay Celos» vuelve a partir del 17 de septiembre en el Teatro Pavón de Madrid, donde permanecerá en cartel hasta el 14 de diciembre. La obra se estrenó con mucho éxito el 3 de julio en el Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro. Las entradas saldrán a la venta el día 3 de septiembre en la página web de Entradas INAEM.
Natalia, que afirma ser admiradora de Helena Pimenta desde que en 1987 creó la compañía UR Teatro-Antzerkia, interpreta el papel de Doña Ana y comparte escena con Jesús Noguero (entre otros), ya compañero suyo en la obra “La música”, que se estrenó en 2001.
Se trata de una de las mejores comedias que se hayan escrito en el Siglo de Oro. El público de la época y el del siglo siguiente tuvieron ocasión de disfrutarla en los escenarios dado que fue una de las más representadas.
Autores extranjeros seducidos por su ingenio y por su técnica, así como por la construcción de los personajes, la tomaron como referencia para títulos tales como Jodelet ou le maître valet de Scarron estrenada en París en 1643, o The man´s the master de Davenant su heredera en lengua inglesa. Pero, por una de esas extrañas circunstancias del devenir teatral, se convirtió en una “comedia olvidada” en palabras de Felipe Pedraza, director del Instituto Almagro de Teatro Clásico.
Trabajar hoy con esta pieza de Rojas Zorrilla supone una oportunidad extraordinaria de profundizar en los mecanismos de la comicidad, de disfrutar de la complejidad de unos personajes que haciéndonos reír, incluso a carcajadas, luchan denodadamente por encontrar una segunda oportunidad en su azarosa vida.
Como directora de escena y como responsable de la CNTC considero imprescindible abordar este título que contrapone el honor a los celos, por tanto, al amor; que sitúa frente a frente a un rígido orden social y a la naturaleza que, mediante el juego del intercambio de identidades y del teatro en el teatro, trastoca la vida de los que realizan el intercambio, de los que los observan y participan de sus peripecias y de nosotros mismos, público de hoy que miramos a través de pequeñas rendijas lo que ellos son y lo que nosotros somos.
La risa es nuestra aliada en este viaje por un Madrid decadente heredero de una época de exaltación, donde un sentido del honor exacerbado impide que germinen la razón y los sentimientos. La maestría teatral de Rojas Zorrilla, su gran habilidad para crear comedia nos conduce, como en un encantamiento, al lugar donde habita el amor, al lugar donde pudiera renacer la inocencia.