Por fin Víktor recibe una llamada de su mujer desde Italia que le dice que le están ofreciendo mucho papeles ahí. Al anticuario se le escapa que está sólo, aunque enseguida se corrige y finge diciendo que la enfermera que le procuró Félix le está cuidando estupendamente.
Más tarde, Julio va casa de los anticuarios para comunicarle a Víktor que ha encontrado a un hombre que está muy interesado en comprar todas las antigüedades de la tienda. De hecho Víktor se pone en contacto con él y finalmente hacen un buen negocio. El anticuario se pone muy contento y decide brindar con Julio para darle las gracias pero en ese momento se da cuenta de que su salud está empeorando ya que por segunda vez en muy poco tiempo no puede controlar sus necesidades. A la mañana después Víktor quiere aclarar con Julio que la incontinencia no forma parte de los achaques que tiene. Además le regala un retrato del emperador del imperio astro-húngaro a cambio de su discrección. Julio vende el dibujo para pagar el viaje a París de Pelayo.
Ese mismo día Rocío acude a la tienda para preguntarle a Víktor si Jesús la mencionó antes de morir, ya que la mujer quiere conocer las últimas palabras de su amado. Víktor primero le miente diciendo que Rubín quería pedirle matrimonio, pero la directora de ‘Sucesos’ se da cuenta de que el anticuario miente así que a éste no le queda más remedio que decirle la verdad: Jesús no pronunció ni una vez el nombre de Rocío en el día de su muerte.
Más tarde el anticuario sale a tomar el aire y se encuentra a Vallejo que le cuenta que le van a ascender a comisario y que quizá esto implique un traslado. De todas formas el inspector quiere celebrar el ascenso con los Ambrús y cuando se entera de que Angie sigue en Italia no consigue ocultar su desilusión. Además se queda muy sorprendido cuando Víktor le consifesa que después de que su mujer vuelva del viaje, dejarán el país.
Seguidamente Víktor llama para saber los resultados sus análisis y las noticias no son para nada buenas: su enfermedad se hará cada día más grave y no hay remedios para que se pueda curar.
Al día después el anticuario se enfada mucho con Julio porque se da cuenta de que este le controla por si se ha ha vuelto a «manchar». Luego Héctor va a verle y le comunica que le ha dicho a Rocío que la película de la ruleta rusa fue encontrada por Rubín en el rastro, así que él y su mujer quedarán fueran del asunto.
