Amanece un nuevo día en la Plaza de los Frutos y Rubik le encarga a Angélica que vea al Teniente Coronel en su casa ya que él quiere hacer una rápida visita al piso de Armenteros. Por esa razón Víktor se tendrá que quedar en la tienda hasta tarde. Por esa razón su mujer compra una cama plegable para la tienda, para que el anticuario pueda dormir más cómodo cuando se queda fuera. Víktor entiende que a partir de ahora serán muchas las noches que pasará ahí.
Al día siguiente Rubik exige que Angélica le diga dónde ha visto papeles similares a los que le robó él a Armenteros al día anterior. La mujer está segura de no haber visto nada en ningún sitio, pero Peter insiste, dice que ella vio seguramente alguna fórmula o en casa del Teniente Coronel o en el laboratorio. Finalmente Angie parece haberle convencido y aclara también que su misión ha terminado, ya que el hombre tiene los papeles que le interesaban tanto. Rubik la felicita con ironía y sobre todo le da la enhorabuena por como ha entretenido a Armenteros, todo esto delante de Viktor. Además, le recuerda al matriomonio Ambrús, que Víktor sigue teniendo una deuda con él: el sello. Es entonces que Angélica se ofrece para seguir con la misión y robar una muestra del Preparado 213 de la cajafuerte de Armenteros. Arcordándose de las palabras de su marido, quiere tomar tiempo para poder falsificar el sello. Rubik dice que está bien, pero sería mejor encontrar a la persona que ya robó una muestra y quitársela a esa.
Cuano Rubik finalmente se va, Víktor se pone muy nervioso, quiere vengarse de su enemigo y tiene pensado algo para que Peter no salga de Madrid con vida. Angélica no está muy de acuerdo, no quiere cometer crímenes, pero su marido le dice que si de verdad le quiere, tendrá que ayudarle. Como primera cosa, tiene que falsificar el sello lo más antes posible. En fin, por casualidad, Víktor ve en el periódico el símbulo que estaba en la cajafuerte del banco después del robo sobre el que está investigando la policía. El hombre ya ha visto esa imagen en algún sitio. Por ese motivo el anticuario cita a Vallejo y le explica que tiene un colgante con el mismo símbulo que compró en una subasta. También conoce el significado de ese, que precisamente partenece a la magia negra y representa a Satán.