La actriz de ‘El Internado’ y una experta en musicales estrena en Madrid la obra maestra del género.
Comienza el espectáculo. El telón de ‘Chicago’ se abre en Madrid para dar la bienvenida al musical más popular desde que Broadway es Broadway.
La obra se pone en marcha con Natalia Millán, la actriz de ‘El Internado’, dando vida sobre las tablas al papel de Velma, una peligrosa mujer que ejerce un gran poder de seducción sobre el gran público. De fondo, los divertidos años 20, años de cabaret, jazz, Ley seca y criminales campando a sus anchas.
«Si yo hoy soy actriz», cuenta Natalia Millán a Qué! «es porque en su día, cuando era una adolescente, vi ‘All that Jazz’ y me enamoré de esta profesión». La cinta, una de las cumbres del género dirigida por el maestro de los musicales Bob Fosse, cauitvó a la actriz desde el primer momento.
«Bob Fosse es el padre de ‘Chicago. Cuando me ofrecieron presentarme a los castings para hacerme con este papel recuerdo que me pillé una llorera tremenda. Este papel es la ilusión de mi vida y desde el minuto uno he soñado con darle vida. Todavía no he parado de llorar por todo lo que esto significa».
Unas lágrimas que, además de emoción, esconden mucho esfuerzo para poner en pie este proyecto. «Si existe una palabra para definir ‘Chicago’ es la meticulosidad. Todo está medido al milímetro, porque la coreografía, la interpretación, la lírica… todo, está tan unido que lo tienes que tener medido al detalle para que nada falle».
Las instrucciones para seguir tan ‘estricto plan’ «las marca Bob Fosse. Puedes ver una película, ver otras versiones… puedes apoyarte en muchas referencias, pero la clave para levantar un personaje, aquí o en cualquier otro lugar, está en el papel y en los ensayos. Ensayar, ensayar y más ensayar para marcar a tu personaje».
¿Y entonces, dónde queda el ‘Chicago’ de Richard Gere y Catherine Zeta Jones, que interpretó a su personaje en la gran pantalla? «Ojalá también me valiera un Oscar a mí», ríe Natalia. «Sí, he visto la película y me parece fantástica, pero no he querido coger nada de su interpretación. Aunque igual se me ha quedado algo en el subconsciente…», admite.
Lo que sí que le ha quedado es su amor por los años 20. «Me encanta esa época. Si tuviera una máquina del tiempo, quisiera viajar hasta esa época. Fueron unos años maravillosos, llenos de optimismo, de jazz y sobre todo, años en los que las mujeres conquistaron parte de su libertad a golpe de tijeretazo en sus faldas. Fue genial. Si pudiera viviría allí».
De momento, y hasta el próximo junio, Natalia Millán vivirá en ese ‘Chicago’. Después, «ya se verá. Ahora no puedo pensar nada más que en Velma y sólo en Velma. Es el papel de mi vida».
fuente: Todo Musicales (27.11.2009)