Acaba de dejar el ‘Cabaret’; estará contenta, vuelve a la vida decente…
Sí, jajaja. Vuelvo al horario normal, a recuperar los fines de semana.
La comedia musical se va de gira por España.
No he querido seguir. Han sido tres años seguidos. Es un ciclo cumplido.
Tres años. ¿Qué ha aprendido en este tiempo?
Que en el escenario no hay que poner nunca el piloto automático: pierdes la emoción. Hay que estar siempre muy viva, no dejarse vencer por la monotonía. Hay que hacer un ejercicio de búsqueda constante.
Me imagino que le han surgido muchas ofertas…
Sí, soy afortunada, tengo proyectos de cine y de televisión. Ya veremos: ahora quiero tranquilidad para decidir. El teatro da prestigio, es lo que más me gusta, pero…
Le han visto en tres años 800.000 personas: la tercera parte que en una sola noche de televisión…
Es verdad. Y hoy la proyección es muy necesaria. Hay grandes actrices de teatro a las que no conocen ni algunos productores de teatro.
Más de mil representaciones. ¿Ha terminado odiando a su personaje?
No, pero he tenido una relación muy difícil con Sally Bowles. Me irritaba. Al final, la he comprendido bastante.
Un espectáculo divertido y revestido de frivolidad que plantea una cuestión muy seria: ¿cómo pudo llegar Alemania al nazismo?
Eso es la función. No vieron lo que pasaba. Aquí nos pasó algo parecido: ¿cómo pudo llegar España al franquismo? Estábamos ciegos.
La luz de los salvadores puede ciegar. Muchos creen que España está ahora en una situación grave…
Yo no lo creo. Es una época de cambios, pero no estoy preocupada por la situación en España. No creo que se vaya a romper, como dicen.
Cantó en la gala de presentación de ‘Cabret’ en el Folies Bergère de París. Y les dijo a sus colegas: «Diviértanse mucho en el escenario».
Es algo que me digo a mí misma, pero no siempre se consigue.
Consejo de Gades a su hija María Esteve: «No hay arte sin disciplina, no hay disciplina sin sacrificio». Parece poco divertido…
La disciplina es dura, pero es el paso necesario para llegar al placer de la obra bien hecha. Es como la salud: si la quieres, hay que sacrificarse.
Ya ve: el cabezazo de Zidane se ha convertido en canción del verano en Francia…
Qué cosas. El fútbol no me gusta, me enfada que movilice a tanta gente. No deja espacio para otras muchas cosas, y no lo digo sólo por el teatro. Es en verdad el opio del pueblo.
Y a usted no le gusta el opio…
No lo he probado nunca. Me gusta la lucidez, no me gustan los paraísos artificiales.
Un reciente estudio: las mujeres aún creen que el físico es la clave para triunfar…
Es injusto, pero es así. Hay quien mira antes las piernas que el título de universitario. Estamos obsesionados por la imagen. Yo estoy preocupada: en mi profesión es importante… y ahora entro en la madurez. La arruga es bella para mí, pero no sé si lo es para los productores.
Verano: cada año se maltratan a 60.000 animales en nuestras fiestas…
Es terrible. Somos un país cruel. Es un problema de educación.
Pues no sé: mire qué bien educados que estaban los alemanes y…
En 20 Líneas
Cree que a los hombres se les seduce por los ojos y a las mujeres por el oído. Algo muy injusto: «Un hombre con canas es atractivo, una mujer con canas está proscrita».
Aún no le han quitado ningún punto del carné, «pero creo que el límite de velocidad en autopista es poco realista». Le gusta pasear con su perra y su hija. Es costante, despistada, tiene prontos de genio muy fuertes. Se dice de izquierdas. Pasa las vacaciones junto al mar.
¿Vicios? «Había dejado el tabaco y volví por culpa de ‘Cabaret’, fumaba en escena; a ver si ahora…».
fuente: La Razón (16.07.2006)